domingo, 15 de diciembre de 2013

UN PEQUEÑO BACHE

Seguimos tratando de pillar la forma, machacando la técnica de natación que ya empieza a notarse, no es que mejore mucho pero los tiempos bajan un poquito y el corazón se mantiene en las mismas pulsaciones ,corriendo sigo realizando salidas a bajas pulsaciones (bajas para mi quede claro, para otros serian duras) que hacen que sume volumen y gane en fondo, y en bici poco a poco pillando la forma.

Estas dos últimas semanas han quedado así:

En cuanto al bache que menciono en el encabezado os comento, hoy se celebraba la carrera ciclista del pavo, una carrera de 40km que hacía unos años no se celebraba, tomamos la salida más de 800 ciclistas, la salida fue neutralizada hasta el km 4 donde nada más iniciarse se produce una caída que me corta del grupo con el que iba, así que evitado el irme al suelo continua alcanzando a unos y otros haciendo un grupito y tirando hacia la cabeza, sobre el km 15 al entrar en una rotonda dos ciclistas se van al suelo y los evito nuevamente por los pelos, se vuelve a cortar el grupo y me uno a los que van un poco más adelante, ya con ellos vamos pillando  y a la vez nos pilla otro grupo que viene fuerte por atrás, hacemos un pequeño pelotón que nos hace rodar muy rápido, ya estamos de regreso a Ibiza y a falta de 2km el pelotón se engancha y antes de que pueda darme cuenta me veo dando una vuelta por el aire y siento como mi cuello se dobla tras golpear la cabeza contra el suelo y mi cuerpo hace un movimiento contorsionista y mis piernas pasan junto a mi cabeza para después de dar otra vuelta en el aire dar de espaldas nuevamente contra el suelo y quedarme un tiempo que me pareció eterno con la sensación de haberme partido el cuello, poco a poco fui recobrando la sensibilidad y comprobé que podía mover piernas y brazos por lo que traté de incorporarme ganándome la broca de los agentes de tráfico y de algún otro del pelotón que se paro tras el accidente, momento en que comprobé que no era el único lesionado y que había otro bastante mal en medio de la carretera, la ambulancia que venía de camino le haría más falta a el ya que yo no me había roto nada, solo los típicos desgarrones de piel desde el trasero hasta la clavícula, así que me subí a la bici que aún podía rodar y acabé la carrera. Solo decir que el casco me salvó la vida sin ningún genero de dudas.
Ahora veremos como cursan las lesiones para poder seguir entrenando, de momento no creo pueda nadar ni correr en una buena temporada y en bici habrá que agenciarse un nuevo casco. Gracias a esos Ángeles que me velan en cada pedaleada, porque aún no se como solo me ocurrió esto con la leche que me di.