Aún así disfruté del día que es de lo que en definitiva se trata esto, de divertirse en compañía de los amigos.






Tras esta prueba otra semana en blanco en la que solamente salí un día a correr 7 km y en la que mi flotador - aún controlando la ingesta de alimentos- parece haber aumentado unos centímetros más, por lo que a la espera de terminar a finales de la primeras semanas de septiembre las tareas que me tienen sin disponibilidad horarias para entrenar, espero poder mantenerlo a raya y que no siga creciendo.
Este domingo asistí (nuevamente tras noche sin dormir) a la travesía de natación que se celebraba en Sant Antoni, llegar a casa a las 8 de la mañana cambiarme subirme a la bicicleta y salir en compañía de Javier hasta la playa de Calo des Moro donde se celebraba la prueba, travesía de 750 metros donde comprobé nuevamente que el flotador ayuda pero me hace más lento ;-).

Los ganadores se llevan como trofeo sendas langostas, y la organización sortea otras cuatro entre los participantes (nuevamente sin ser agraciado) y este año una de ellas se fue a las manos del compañero de club Toni Marí, de la que dará buena cuenta en suculenta caldereta.

Tras la entrega de trofeos regresamos nadando al punto de partida, lo que al final se convirtió en un entreno 1500 metros (menos es nada).
Ahora toca seguir esperando que llegue el momento de poder empezar a entrenar de forma continuada, el Home de Ferro espera, y a este paso con poco menos de un mes para entrenarlo será una verdadera aventura.
Por cierto así de bonita ha quedado la flaca con sus nuevos zapatos

