Pues eso, hoy la piscina cerrada, un día que más que mediterraneo es típico del norte, cielo gris, niebla, orbayu o chirimiri, vamos de los que apetece quedarse en casa. Como los niños no tienen cole, durante la mañana salimos a dar un paseo por el pueblo, para que suelten toda la carga que tienen y después estén tranquilos en casita.
Tocó poner el árbol de Navidad, que caras de ilusión ponen los crios, la verdad que estas fechas son para ellos, mientras no pierdan la magia, es maravilloso verlos.
A las 18:00 más o menos me entró el mono de hacer algo, miraba por la ventana, noche cerrada, niebla, lluvia y se me pasaban las ganas, así que venciendo esos momentos de desidia me calcé las zapatillas y salí a correr un ratito, más que nada para que el cuerpo no se acomode, total 8500 metros a un ritmo max de 04:23 y medio de 05:13. Esto de vivir en una colina tiene sus ventajas, nunca te puedes librar de hacer cuestas.
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